miércoles, 8 de abril de 2009

DIABLUS


«La música crea estados de ánimo, porque la música es en sí algo espiritual. Se puede hipnotizar a las personas por medio de la música y cuando alcanza el punto más débil de resistencia se le puede predicar directamente en el subconsciente todo lo que se le quiere decir». (Jimmy Hendrix, LIFE MAGAZINE, 3 de octubre de 1969, pp. 74).
Lo dicho por Hendrix puede resultar muy cierto, ya que la música nos lleva a un estado impensado entrando en una catarsis o gravitación y excitación sensorial. Trabaja mucho la subconsciencia y es lógico que se llegue a implantar melodías y mensajes de alto calibre ya sean temas de amor, desamor, amistad y también temas del alcohol, drogas, lujuria, sexo…estos últimos tildados por congregaciones religiosas como actos y expresiones mundanas y con presencia del diablo. Varios artistas han recibido fuertes críticas y ataques por mentar y usar al denominado 666 en sus canciones.
Un caso muy cercano se puede atribuir a los Rolling Stones, con álbumes como “Their Satanic Majestic Request” -“Al servicio de sus satánicas majestades” la portada mostraba a los cinco Stones disfrazados de personajes de cuentos infantiles en un fondo psicodélico (similar a Sargent Peppers Lonely Hearts Club Band- Beatles). En el centro aparece Mick Jagger vestido con una túnica negra de mago, haciendo alusión a la magia negra según expertos. De otro lado esta su clásico tema “Sympathy for the devil”-“Simpatía por el diablo” en donde Mick Jagger canta la letra en primera persona, desempeñando el papel de Lucifer, con el cual arrasaban en todas las listas de éxitos y en sus giras. Surgieron también los mensajes subliminales, con una técnica que difiere mensajes visuales o de audio. En la música, la técnica conocida como Backward Masking Process “Proceso oculto al revés”, así se podría descifrar supuestos mensajes satánicos por parte de los grupos de rock. Esto ocurrió con los Beatles y “The White álbum” en donde generan controversia las canciones Revolution 1 y Revolution 9. John Lennon declaraba de que los Beatles eran mas grandes que Dios lo cual repercutió en su muerte y fue utilizado como una prueba de una relación satánica. Este no seria el único caso ya que se encuentran además John Bonham (Led Zeppelín); Brian Jones (Rolling Stones); Bon Scott (AC-DC); Randy Rhoads (Ozzy Osbourne) o el propio Jimi Hendrix, todos ellos muertos en extrañas circunstancias.
Una canción, millonaria en fama y ventas, “Stairway to Heaven” “Escalera al cielo” de la banda Led Zeppelin, fue atacada por contener varios mensajes ocultos, y se hizo aun mas fuerte cuando se descubrió que Jimmy Page tenia apego por el ocultismo. Incluso la legendaria banda KISS, también fue acusada de esconder bajo sus textos la frase” Kids in Satan Service”- “Chicos al servicio de Satanás”
En los setenta estaban los Black Sabbath con un personaje Ozzy Osbourne, quien sería un principal enemigo de muchas organizaciones cristianas, ya que invocaba a Satanás en todos sus discos, se logra identificar en las portadas de cada álbum, con imágenes de cadáveres, fuego ardiente y cruces al revés. Luego de la salida de su grupo, saco un disco muy polémico “Speak of the devil”-“Hablar del diablo” con covers de Black Sabath. Grabó canciones como Mr. Crowley, dedicada al mago «negro» Aleister Crowley, quien había formado su propia religión en donde realizaba ritos satánicos sangrientos.
La movida metal trajo consigo un vendaval de grupos como Slayer con disco como “Diabolus in Music”, este titulo tan característico porque se dice que durante toda la Edad Media la armonía no disponía de 7 acordes de las 7 notas, sino de 6. El 7º acorde, era el poseedor del tritono maldito.
Los australianos AC-DC con “Highway to Hell”- “Autopista al Infierno”, llegando a aparecer su guitarrista Angus Young en los conciertos disfrazado con rabo y cuernos una singularidad en él. Los británicos de Iron Maiden con el álbum “The Number of the Beast”- “666, el número asignado al Diablo” incluyendo en él mismo textos entremezclados con satanismo.
En los ochenta ocurrió un incidente la cual abrió una serie de acusaciones hacia los grupos de rock por contener mensajes subliminales que incitaban a jóvenes a actuar de manera extraña e incluso cometer actos en contra de su propia voluntad, como sucedió con dos jóvenes que se quitaron la vida con canciones del grupo heavy metal “Judast Priest”, un juicio que duró 17 meses e incluyó a más de 40 testigos.
Para ello ya se había formado el comité Parents Music Resource Center (Centro de Recursos Musicales de Padres) o PMRC, quienes se encargaban de catalogar y censurar temas que no sean de su agrado puesto que ellos veían al rock como una manifestación violentista y que incitaba a lo malo.

El mentar al diablo podrá propagar una gran histeria, controversia, polémica en un planeta creyente como el nuestro. Quizá también pueda ser un método de comercialización y marketing para tener una atracción más fuerte y brutal con el público, o una verdadera fuente de inspiración por parte de adeptos del diablo.
El rock no ha sido el único género en pasar por estos problemas, también han tenido que pasar por ello géneros como el pop, baladas, rancheras, cumbias, e incluso canciones religiosas…todo un verdadero misterio.
Pero dejando al margen todo ello la música se muestra como una verdadera manifestación artística en donde se implanta diferentes temas, sean depresivos, verdaderos, imaginarios, de coyuntura, de la vida…en un mundo en donde siempre existirá el bien y el mal.

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